Historias de mujeres colombianas
sobrevivientes de Trata de personas

Las cifras no alcanzan a reflejar la realidad del delito de la trata de personas pero es claro que este siempre va en aumento y que niñas, adolescentes y mujeres representan el 65 por ciento de las víctimas identificadas en el mundo según el Reporte Global sobre Trata de personas para el 2020, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el delito-UNODC.

Ser mujer, unas precarias situaciones económicas, ciclos de violencia vividos desde la niñez, desigualdad, falta de oportunidades, entre otros tantos factores, empujan a la mayoría de las víctimas a caer en las trampas de la trata y a aceptar llamativas propuestas que ofrecen una vida mejor y un mundo de oportunidades para ellas y sus familias.

A Metamorfosis llegaron 14 sobrevivientes de trata porque necesitaban sanar. Al principio todas dudaron que escribir fuera parte del camino, pero, estando allí, no solo escribieron, también hablaron y escucharon otras historias, compartieron sus heridas y secretos y crearon lazos de amistad. Esta juntanza sacó a varias del ensimismamiento de años, las despojó de silencios y secretos prolongados y les permitió reconocer el poder de la resiliencia y la resistencia frente a sus adversidades.  

Este proceso de escritura y arte terapéutico hace parte de la ruta de atención integral ofrecida por la Corporación Espacios de Mujer a personas que fueron víctimas de trata, una oportunidad para empezar a curar heridas y avanzar en el proyecto de vida.

Las ofertas de los tratantes suelen llegar a las víctimas por diversos medios: redes sociales, anuncios en prensa, voz a voz. En Colombia, la mayoría de las historias dan cuenta de invitaciones que unas mujeres hicieron a otras. Lo primero que lograron fue ganarse la confianza de las víctimas para identificar sus necesidades y sus sueños; luego, con engaños, indujeron a las víctimas a ser trasladadas y acogidas en sus mismos países o llevadas al extranjero. En el lugar de destino fueron explotadas y sometidas a actos denigrantes que afectaron su dignidad y generaron graves impactos de largo aliento: físicos, psicológicos, emocionales y morales.

Empezar a sanar después de haber sido víctima de la trata de personas no es fácil, pero no imposible. En Espacios de Mujer, a través de Metamorfosis, se proponen tres fases de escritura: nacer, suspender y renacer. En cada uno de estos momentos las sobrevivientes narran sus historias antes, durante y después de la situación de trata. A continuación, se detalla cada una de estas fases y, a través de sus historias, se advierte sobre el delito de trata de personas en Colombia.

(*) Los nombres de las mujeres sobrevivientes de trata que contaron sus historias para este reportaje han sido cambiados por razones de seguridad.